Dos poemas inéditos de José Watanabe



ESTE dolor, amor
que duermes en el incómodo sofá de los acompañantes,
no es tuyo. Me hace recordar la placidez
que tuviste en las orillas del Santa Eulalia.
Mi dolor me enrolla en esta cama
como un montón de nervios
                               coronado
por un cerebro que, sin embargo, sonríe
absurdamente:
es que mi dolor no hace sombra en las paredes,
no marchita las flores que me trajiste,
no es salvífico
y, oh buen Dios de los amantes, no te toca.
Es el pago que pide mi cuerpo.
Le pago feliz porque fui saludable
en las orillas de Santa Eulalia.
Tú sigues allí porque ya se sabe:
la vida son largos ríos antes de la mar,
largas piernas, largos brazos.
Nuestras largas piernas y largos brazos
vienen en el mismo cauce.
La enfermera que me inyecta el opiáceo
no sabe quien fue Santa Eulalia.





¿QUE cruz buscas
desesperado y tarde
para entregarte a una salvación incierta?
La cruz está en tu propio cuerpo
cuando abres los brazos.
Fue hecha
siguiendo la forma del hombre
para asesinarlo.
¡Qué bien cupo Cristo en su cruz!
¡Qué bien caben todos en su cruz!
desde ella clamamos
y ella empieza a entrar
en nuestro cuerpo
hasta que lo subsume
para darnos paz
y solo quedan en el horizonte
esos maderos cruzados,
ese símbolo donde estamos todos
a punto de volar.




El vado

Si vas por la playa donde se vadea el río
verás,
plantadas en el limo,
                 largas varas de eucalipto. Están allí
para los caminantes que van a la otra ribera.
                                   Una será tu cayado:
con ella tantearás, sin riesgo, un camino
entre las aguas turbias
                      y las piedras de resbaloso musgo.

Cuida de dejar hundida la vara
               con gratitud
en la otra orilla: otro viene:
acaso mi padre
que en las tierras amarillas busca sandías silvestres,
                   acaso yo
que regreso, retrasado y viejo,
                   mirando ansioso mi pueblo que tras el río
ondula o se difumina en el vaho solar.
                                                     Allí,
según costumbre, sembraron mi ombligo
entre la juntura de dos adobes
para que yo tuviera patria.

Deja el cayado clavado en el limo.



José Watanabe (1945-2007)
POESÍA COMPLETA
ED. PRE-TEXTOS

José Watanabe, poeta peruano (1946-2007)

En ocasión de su temprana y lamentable muerte Enrique Planas dijo de él: "...El mestizaje de José Watanabe enriqueció de forma única las letras castellanas. Hijo de padre japonés y madre serrana José Watanabe es uno de los poetas más representativos de su generación. Su poesía tiene detalles de la vida familiar, árboles, animales, piedras, objetos que se humanizan para revelarnos con precisión de cirujano " la fugaz y delicada acción del ojo" que hace de cada mirada un reverbero de sentido y belleza.



Obra poética: Álbum de familia, recibió el premio Poeta joven del Perú; El huso de la palabra (Lima 1989) lo consagró como uno de los poetas más importantes de la poesía peruana contemporánea; Historia natural (1994); Cosas del cuerpo (1999); Antígona (2000, versión libre de la tragedia de Sófocles);"El guardián del hielo" (2000), fue galardonado con el premio Lezama Lima de Casa de las Américas; Habitó entre nosotros (2002); La piedra alada (2005); Banderas detrás de la niebla (2006).