La carta de ciudadanía poética de Luis Vidales


"Cuando llegué al café Windsor con mi poema bajo el ala, [Luis] Tejada sufrió un verdadero transporte. Subió sobre la mesa y echando a vuelo su sombrero de anchísimas alas, exclamó ante el estupor de los ganaderos de la Sabana, habituales, junto con nosotros, de ese único café de la Bogotá de entonces: "Carajo, todo el mundo a descubrirse,: acaba de nacer un gran poeta en Colombia". Fue esa mi carta de ciudadanía poética". Luis Vidales, El Espectador (1923).


La música

En el rincón
oscuro del café
la orquesta
es un extraño surtidor.
La música se riega
sobre las cabelleras.
Pasa largamente
por la nuca
de los borrachos dormidos.
Recorre las aristas de los cuadros
ambula por las patas
de los asientos
y de las mesas
y gesticulante
y quebrada
va pasando a rachas
por el aire turbio.
En mi plato
sube por el pastel desamparado
y lo recorre
como lo recorrería
una mosca.
Intensamente
da vueltas en un botón
de mi d'orsey.
Luego -desbordada-
se expande en el ambiente.
Entonces todo es más amplio
y como sin orillas...
Por fin
desciende la marea
y quedan
cada vez más lejanas
más lejanas
unas islas de temblor
en el aire.



El Hueco

Mis versos dicen.
Hueco
único sitio habitable.
Casas.
Casas.
Casas.
Huecos interrumpidos por paredes y puertas.
Huecos divididos en cuadros.
Mi vida
mi vida transeúnte
está llena de las troneras
de las horribles cavernas
que las casas les hacen a los huecos.
Y ya no puedo
borrar en mí la sensación
de los huecos de la ciudad
encerrados en los cajones de los cuartos.


El Paseo

El cielo espejea entre los árboles.
Los árboles se imaginan
que están a orillas de un lago color violeta.
Nosotros advertimos el engaño
y a grandes voces espantamos a los árboles
como si se tratara
de unos altos pájaros verdes
que hubieran escondido
en el plumaje
la otra pierna.
Cuando volvemos a casa
empieza a holgar en mi cabeza
el sombrero de copa de la noche.

Luis Vidales (1904-1990) Poeta, escritor y periodista colombiano. A los 22 años publicó "Suenan Timbres"; valorado por Borges y Huidobro, como el mejor y casi único poemario vanguardista en Colombia. Fundó el grupo "Los nuevos" y formó parte del grupo fundador del partido comunista en Colombia.
Obras publicadas: Suenan Timbres (1916); Tratado de Estética (1945); La insurrección desplomada (1948); La circunstancia social en el arte (1973); Historia de la estadística en Colombia (1975); La Obreríada (1978); Poesía inédita (1982); El libro de los fantasmas (1985); Poemas del abominable hombre del barrio de Las Nieves (1985).


Fuente consultada: Seminario, vanguardia de los años 20, Jorge Boccanera
Página oficial del poeta Luis Vidales :
http://luisvidales.blogspot.com/2008/06/rendn-y-sus-caricaturas-de-tejada-y.html

EL HOMBRE QUE SE COMIÓ UN AUTOBÚS



El rascacielos es una jirafa de cemento armado
con la piel manchada de ventanas.
Una jirafa un poco aburrida
porque no han brotado palmeras de 100 metros.
Una jirafa empantanada en Andes y 18,
incapaz de cruzar la calle,
por miedo de que los autos
se le metan entre las patas y le hagan caer.
¡Qué idea de reposo daría un rascacielos
acostado en el suelo!
Con casi todas las ventanas
mirando cara al cielo.
Y desangrándose por las tuberías
del agua caliente
y de la refrigeración.
El rascacielos de Salvo
es la jirafa de cemento
que completa el zoológico edificio
de Montevideo.

.
Los amores monstruosos

El autobús desea, con todo su árbol y todo su diferencial,
a la linda voiturette de armoniosas líneas.

Poco a poco logra acercarse a su lado para
arrullarla con la moderación del motor poderoso.

La voiturette, espantada por aquel estruendo,
pega un legítimo salto de hembra elástica y huye.

De lejos, le hace adiós con el pañuelito azul del escape.

El autobús la persigue de inmediato. En su atontamiento
de paquidermo rijoso apenas salva los obstáculos
del nervioso y minúsculo tránsito callejero.

Persecución grotesca. Lo monstruoso detrás de lo alado.

El autobús se devora a la linda voiturette con los
ojos de todas sus ventanillas ambulantes.

La voiturette se despereza con los brazos
alargados de la velocidad.

De repente, se detiene junto al cordón de la vereda.
Hembra, al fin y al cabo, se ha emocionado
con la persecución empeñosa del autobús.

El autobús la ve detenida. Se le allega todo
sudoroso; cayéndosele la baba hirviente por el tapón
del radiador; todos los vidrios conmovidos; húmedos
el parabrisas, los guardabarros temblorosos; los ojos
de los faros desorbitados.

Va a detenerse. Pero -exigencias del trabajo-, el
embrague le hace seguir de largo. ¡La norma! El
autobús es para trabajar y no para enamorar
voiturettes por las calles.

Entonces el pobre monstruo padece angustia rabiosa.
Una rabia que se condensa en miradas de
odio rojo que larga por los faroles posteriores.



LAVANDO NUBES

El viento está lavando las nubes
Toma una nube negra,
la empapa en lluvia,
la retuerce enseguida,
la golpea contra el molino,
nos moja el campo,
lava el cielo,
y sale la nube blanca,
de negra que era,
para ir a colgarse
en el hilo del horizonte
a secarse.



EL ÁRBOL TACITURNO

El árbol tenía un letrero
que sólo los pájaros podían leer:
       "Se alquilan ramas para nidos"
decían las letras
que un hombre no hubiera podido leer.
A pesar del anuncio
ningún pájaro vino
a hacer su nido
en este árbol que muere de tristeza,
gacha la cabeza,
al borde del camino.



Alfredo Mario Ferreiro
De: "El hombre que se comió un autobús".

Alfredo Mario Ferreiro, Poeta, periodista y humorista uruguayo (1899-1959). Integró las vanguardias literarias del siglo XX. A su poesía se la relacionó con el futurismo. "El único futurista que he conocido. No es como el declamador itálico Marinetti, un declamador de las máquinas ni un dominado por su envión o por su rapidez; es un hombre que se alegra de que haya máquinas. También de que haya viento y potros y vidas. Es decir la realidad le da gusto," escribió Jorge Luis Borges, en Revista SÍNTESIS, Buenos Aires, año I, No. 6, noviembre de 1927.


Fuente consultada: Seminario, vanguardia de los años 20, Jorge Boccanera
http://www.archivodeprensa.edu.uy/alfredo_mario_ferreiro/textos/sobre/borges.pdf