Tres poemas de Hugo Mujica






El desierto de cada día

En el desierto de cada día el viento borra las huellas de
todas las caravanas, barre los pasos de dios en el paso de cada
hombre, borra las huellas de todos ellos en el desierto de cada mundo.

En el desierto de cada vida hay una huella que nada borra:
la del desierto de cada vida, la huella que el viento traza.




Ausencia

Fue cuando no pude más y grité "¡yo!", cuando escuché
mi eco diciéndome "¡yo!".

Y supe que las cosas comunes nunca habían tenido bordes, que
el hueco de todas las bahías se recortaba en mí, que el borde de
todos los otros comenzaba donde faltaba yo.

   Fue cuando supe que no había nadie.

   Pero no corrí de un lado a otro para encontrarme con nadie,
me quedé solo y, aún así, alguien estaba de más. Quizás era
yo, era el eco de mí.

Fue entonces cuando me asaltó una duda: si no había nadie
¿sobre quién rebotaba mi grito para volverse eco de mí?

(Es sobre esta duda que ahora escribo, o tal vez, sea sobre
la misma esperanza que siempre escribí).




Hace apenas días

Hace apenas días murió mi padre,
hace apenas tanto.

cavó sin peso,
como los párpados al llegar
la noche o una hoja
cuando el viento no arranca, acuna.

hoy no es como otras lluvias
hoy llueve por vez primera
                          sobre el mármol de su tumba.

bajo cada lluvia
podría ser yo quien yace, ahora lo sé,
                                 ahora que he muerto en otro.



Hugo Mujica
Poesía completa (1983-2004)
Seix Barral



Hugo Mujica  Argentino, 1942.

Poeta, ensayista, pensador como le gusta definirse y sin duda lo es. Hugo Mujica, ha estudiado Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología. Su obra poética iniciada en 1983 y editada en Argentina, España e Italia es la reunida en Poesía completa (1983-2004) al cual pertenecen estos poemas. Su libro "Cuando todo calla" recibió en el 2013 el Premio Casa de América de Poesía Americana.
Si, según, el decir de Jorge Bocanera, la poesía se escribe tallando una roca de silencio, el silencio que talla Hugo Mujica se devela en su significado más profundo y esplendente.

Martín López-Vega dice, en una reseña aparecida en el ABC de Madrid, 2006, "uno recuerda en algún poema, en algún fragmento, la obra de los grandes poetas de Oriente" y no por esto deja de sorprendernos por su originalidad. La poesía de Hugo Mujica se mueve en la hondura de lo que somos y desde ahí construye el poema como la naturaleza hace un árbol diría Huidobro.

Algunos de sus libros:

"BRASA BLANCA", (1983); "SONATA DE VIOLONCELLO Y LILAS" (1984); "ESCRITO EN UN REFLEJO", (1987); "PARAÍSO VACÍO", (1993);"PARA ALBERGAR UNA AUSENCIA", (1995); "NOCHE ABIERTA", (1999); "SED ADENTRO", (2001); "Y SIEMPRE DESPUÉS EL VIENTO", (2011); "CUANDO TODO CALLA", (2013).