TABLA RASA


II

Como una trama que se teje y desteje,
entre agujas, es el poema. Allí crece
y se aburre y en un punto decae.
Entonces vuelta, hilo con hilo, nudo,
choque de agujas para mangas desiguales,
largos desparejos.

El poema no quiere ajustarse al cuerpo,
repetirlo, calcar; el poema quiere
coser y entrelazar insomne, disonante,
el mundo. Y yo.



III

En su preciso momento el recuerdo decae;
muere el recuerdo más pleno y declina
el hábito, la comodidad de nombrar,
si se puede, algo.
Con los brazos bajos y los ojos sordos
un pez inaugura en el agua del pensamiento
una memoria aturdida, un recuerdo falso
que se escribe.




En la ventana

Los patos, al amanecer, se van. En vuelo
despiden el agua, la escarcha, el musgo.
Los patos son como peces tranquilos
que no creen en el anzuelo; son patos,
solos, y sólo saben de la escopeta que mira;

por eso vuelan hacia ninguna parte, por eso
golpean, como a una puerta, el aire.



Tabla rasa
Jorge García Sabal
Ediciones del Dock, 1991.
Premio de poesía 120 aniversario La Nación 1990.



Jorge García Sabal (1948 - 1996) Poeta argentino. Publicó: El Fuego de las aguas, 1979 (Premio Fondo Nacional de las Artes, 1978); Figura de baile, 1981; Mitad de la vida, 1983 (Primer premio Certamen de Poesía “Miguel Hernández”,1982); Lugares propios, 1987; Tabla Rasa, 1991 (Premio “La Nación”, 1990); Satura. 1994; Antología Poética, 1996.

"La palabra de Jorge García Sabal participa con valiosos rasgos personales del supremo trabajo de la poesía para obtener un orden feliz de la apariencia, es decir, de la opacidad del mundo..."
"...Esta respiración tenue del verso, sin embargo, es capaz no sólo de vehiculizar los diversos gestos de un pensar apasionado sino también de revelar lo terrible. El mundo es descubierto en sus realidades esenciales, en sus sustancia drámatica. He aquí, pues, una hazaña artística que consiste en crear imágenes sin explicar la idea específica, nombrando, envolviendo y a la vez develando las cosas sin comentarlas".
Joaquín O. Giannuzzi

Tomado del prólogo de Tabla Rasa

Ilustración: Leopoldo Novoa
  

Desnudos de Bonnard de Raymond Carver




Desnudos de Bonnard

Su mujer. La pintó cuarente años.
Una vez y otra. El desnudo del último cuadro
tan joven como el desnudo del primero. Su mujer.

Él la recordaba joven. Cuando ella era joven.
Su mujer en el baño. En el tocador
delante del espejo. Desnuda.

Su mujer con las manos bajo los pechos
mirando el jardín.
El sol dispensando calidez y color.

Todas las cosas vivas florecen allí.
Ella es joven y trémula y muy deseable.
Cuando murió, él pintó un poco más.

Unos cuantos paisajes. Luego murió.
Y fue colocado junto a ella.
Su joven esposa.


"Bajo una luz marina"
Raymond Carver
Trad. Mariano Antolín Rato
Volumen CCLII de la colección Visor de Poesía
Imagen: "Desnudo azul" de Pierre Bonnard




"ARTE POÉTICA" DE FRANCISCO MADARIAGA




Los juegos de la playa

Una juventud huía alegre hacia los campos de gracia.
Inútil hubiera sido corresponder a esa hermosura sin intentar esa lascivia con un agua encendida en
                         las paredes del alma,
con una veloz carrera de soldado hacia las márgenes del mar.
Y un envilecimiento radiante del deseo.



Arte poética

No podríamos sostenernos con esta piel y este polvo gemebundo, guitarrera de grandes desgracias. Sólo no hay trampa para la orden de hacer fuego hasta que todo arda.
Los puentes están artillados y sólo cruzan caballeros blancos vestidos con el aire de un muerto
                          que posee la victoria final.
Totalmente entorpecidos por la belleza de su sangre.



Los viajes reales

Sólo los amores podían reclinarme sobre su propio arpegio real de inocencia y de incendio.

Los fuegos de las graciosas trístisimas cuyo rostro se enciende y se apaga a la entrada de los túneles con puertas de manzano.



Rieles borrados

Uno de esos grandes trenes cargueros abrazados por las lonas, vomitando un celeste desequilibrio.

Un tren que se sepulta cuando ama los terrosos países, corre por las orillas del invierno en verano.

Esta jaula de gritos que arde y se entierra en las colinas con su propio valor de viajero cautivado
             por la vida, y sobre todo, arrasa con nosotros: arrollado en su espalda con sus gritos       
             tristísimos.



Francisco Madariaga 
CRIOLLO DEL UNIVERSO y otros poemas
Centro Editor de América Latina
Imagen: Luis Debairosmouras

Francisco Madariaga, (1927-2000). 

Acceso al blog del poeta: http://franciscomadariaga.blogspot.com.ar/