Después de visitar los rinconcitos
de tu frente, bajo en el tobogán hacia el
tamborcito que tartamudea penas,
cuando te veo injusticia.
La lluvia de una voz chiquita
como el agua desgrana fulgorcitos,
sapitos que croan hambre rota,
como la dignidad bajo la hélice,
que tritura vidrios en el corazón.
Eva Ruiz